EVALUACIÓN

¿Como será evaluada esta actividad?
Se tendrán en cuenta:

  • Que el profesor vea que el alumno se esfuerza.
  • Las presentación del cuento.
  • Las faltas de ortografía.
  • Que se cambien correctamente todas las palabras con un lenguaje sexista.
 Esta actividad se realizará en una hora de clase y este trabajo será evaluado con el 20% de la nota final.





Bueno muchachada como ya imagino no os habrá resultado difícil redactar el cuento como os pedíamos, de todas formas aquí os dejamos un ejemplo de como se podría corregir ya que hay muchas posibilidades a la hora de redactar otra vez el cuento... ¡tantas como se os ocurran!

También podríais proponer un juego en clase leyendo el cuento que cada uno haya elaborado y votar el que mas os guste, o elegir otro cuento y hacer una especie de concurso.
¡Ya veis chicas y chicos que esto puede llegar a ser divertidísimo!





EJEMPLO DE CORRECCIÓN DEL CUENTO DE HANSEL Y GRETEL.



Allá a lo lejos, en una choza próxima al bosque, vivía una familia con un hijo, Hansel y su pequeña hermana Gretel. Era una familia muy pobre. Tanto, que en las mejores épocas en que su padre, que era un leñador, ganaba más dinero, no les llegaba para comer. Un buen día, no les quedaba ni una moneda para comprar harina para hacer pan. “Hansel y Gretel morirán de hambre”, se lamentaron su madre y padre.” Sólo hay un remedio-dijo su madre llorando-. Tenemos que dejarlos en el bosque, cerca del palacio del rey. Alguna persona de la corte los recogerá y los cuidará. Hansel y Gretel, que no sabían podido dormir de hambre, oyeron la conversación. Gretel se echó a llorar pero Hansel la consoló así: “No temas. Tengo un plan para encontrar el camino de regreso. Prefiero pasar hambre aquí a vivir con lujos entre personas que no conozco”.Al día siguiente la mamá los despertó temprano.”Tenemos que ir al bosque a buscar frutas y huevos-le dijo-; de lo contrario, no tendremos que comer.”Hansel, que había encontrado un trozo de pan duro en un rincón se quedó un poco atrás para ir sembrando trocitos en el camino.
Cuando llegaron a un claro próximo al palacio, la mamá les pidió a Hansel y Gretel que descansaran mientras ella y su esposo buscaban algo para comer. Hansel y Gratel no tardaron en quedarse dormidos, pues habían madrugado y caminado mucho, y aprovechando eso, su madre y padre los dejaron. Hansel y Gratel estaban tan cansados y débiles que durmieron sin parar hasta el día siguiente, mientras los ángeles de la guarda velaban su sueño. Al despertar lo primero que hizo Hansel fue buscar los trozos de pan para recorrer el camino de regreso; pero no pudo encontrar ni una: los pájaros se los habían comido todos. Tanto buscar y buscar se fueron alejando del claro, y por fin comprendieron que estaban perdidos del todo. Anduvieron y anduvieron hasta que llegaron a otro claro. ¿A que no sabéis lo que vieron allí? Pues una casita toda hecha de galletitas  y caramelos. Hansel y Gretel, que tenían mucha hambre, corrieron a arrancar trozos de cercas y persianas, pero en ese momento apareció una anciana.
Con una sonrisa muy amable los invitó a pasar y les ofreció una espléndida comida. Hansel y Gretel comieron hasta hartarse. Luego La viejecita  les preparó la cama y los arropó cariñosamente. Pero esa anciana que parecía tan buena era una bruja que quería hacerlos trabajar. Gretel tenía que cocinar y hacer toda la limpieza. Para Hansel la bruja tenía otros planes: ¡Quería que tirara de su carro! Pero el niño estaba demasiado flaco y hasta que engordara. ¡ Gretel no podía escapar y dejar a su hermanito encerrado!.

Entretanto, el niño recibía tanta comida que, aunque había pasado siempre mucha hambre, no podía  terminar todo lo que le llevaba. Como la bruja no veía más allá de su nariz, cuando se acercaba a la jaula de Hansel le pedía que sacara un dedo para saber si estaba engordando. Hansel ya se había dado cuenta de que la mujer estaba casi ciega, así que todos los días le extendía un huesito de pollo. “Todavía estás muy flaco-decía entonces la vieja-¡Esperaré unos días más!”. Por fin, cansada de aguardar a que Hansel engordara, decidió atarlo al carro de cualquier manera. Hansel y Gretel, comprendieron que había llegado el momento de escapar. Como era el día de amasar el pan, la bruja había ordenado a Gretel que calentara bien el horno. Pero la niña había odio en su casa que las brujas se convierten en polvo cuando aspiran humo de tilo, de modo que preparó un gran fuego con esa madera.” Yo nunca he calentado un horno-dijo entonces a la bruja-. por qué no me miras el fuego y me dices si está bien?”. “¡Sal de ahí, pedazo de tonta!-chilló la mujer -. ¡Yo misma lo vigilaré!”. Y abrió la puerta de hierro para mirar. En ese momento salió una bocanada de humo y la bruja se deshizo. Solo quedaron un puñado de polvo y un manojo de llaves. Gretel recogió las llaves y corrió a liberar a su hermanito. Antes de huis de la casa, buscaron comida para el viaje. Pero, cuál sería su sorpresa cuando ¡encontraron montones de cofres con oro y piedras preciosas! Recogieron todo lo que pudieron y huyeron rápidamente.

Tras mucho andar llegaron a un enorme lago y se sentaron tristes junto al agua, mirando la otra orilla. ¡Estaba tan lejos! “¿Queréis que os cruce?” preguntó de pronto una voz entre los juncos. Era un enorme cisne blanco, que en un santiamén los dejó en la otra orilla. ¿Y adivinen quien estaba cortando leña justamente en ese lugar? ¡El papá de los chicos ¡ Sí, el papá que lloró de alegría al verlos sanos y salvos. Después de los abrazos y los besos, Hansel y Gretel le mostraron las riquezas que traían, y tras agradecer al cisne su oportuna ayuda, corrieron todos a reunirse con la mamá.